cuanto he esperado esta época del año, el frío, el cielo gris, la lluvia. hacen florecer un mar de madurez en mi cabeza. Vuelve a mi la conciencia que tanto extraño en días calientes, vuelven a mi esas ideas de la humanidad, de la hermandad universal. hace tanto que me he perdido, que son pocas las lagunas de conciencia que me van quedando y esta es una de ellas. este día tan especial me regalo las primeras gotas de agua del año, el primer viendo húmedo y frió, el florecer nuevamente a mis ideas locas que haca tanto duermen.
Bosques fríos aguardan por mi, el mudo espera paciente el día que vuelva a tomarlo, esta realidad consume completamente el tiempo familiar, el tiempo a solas, el tiempo de contemplación. me he perdido en el sistema que se impone y nos dice como vivir bien, pero que es tan esclavizarte que cuando al pasar 20 años de hacer lo mismo, siquiera aun te has dado cuenta que todavía no realizas los sueños mas anhelados.
Yo digo, ¿Por que esperar tanto tiempo?, cuantas almas han vuelto a la fuente, arrepentidas por no haber sido mas complacientes consigo mismo, regalando tiempo al sistema, que al final no siempre trae felicidad.
El dinero no hace la felicidad, frase trillada que tiene tanta razón como desazón; !si!, nos hace falta para cumplir nuestras metas, es el ticket de cambio de nuestros sueños y proyectos, pero mas allá, te vende felicidad a costa de mucho esfuerzo, mucho tiempo invertido y que al generar tantas expectativas nunca llena realmente la felicidad que tanto se esperaba.
Es este invierno, ese clima, que revive todos los hermosos momentos de mi infancia y los trae para decirme, fuiste feliz, puedes ser feliz, la felicidad son momentos que no se pueden mantener para siempre en la realidad, pero que si los podemos recordar y traer parte de lo que significo ese momento, y convertir una tarde triste en una tarde tranquila.
El tiempo sigue con su curso, y es algo que no se puede detener, yo ahora, en esta laguna de conciencia que me ha regalado el universo, plasmo fielmente el sentimiento que esto genera en mi día, en mi momento.
No quiero esperar, no quiero posponer, poco a poco, nada sera tan grande como para poder alcanzarlo, Dios nos dio mente para usar nuestras manos, y construir escaleras que toquen el cielo.
disfrutare tu cielo de blanca agua, tierra maravillosa, me has regalado un momento que pensé había olvidado. aquí y ahora estoy realmente en mi hogar.
Me he convertido poco a poco en un viajero del viento, en un nómada de lo inestable, en un mercenario sin hogar que lo busca en los escenarios mas inhóspitos del mundo.
Sr. Viveros
Bosques fríos aguardan por mi, el mudo espera paciente el día que vuelva a tomarlo, esta realidad consume completamente el tiempo familiar, el tiempo a solas, el tiempo de contemplación. me he perdido en el sistema que se impone y nos dice como vivir bien, pero que es tan esclavizarte que cuando al pasar 20 años de hacer lo mismo, siquiera aun te has dado cuenta que todavía no realizas los sueños mas anhelados.
Yo digo, ¿Por que esperar tanto tiempo?, cuantas almas han vuelto a la fuente, arrepentidas por no haber sido mas complacientes consigo mismo, regalando tiempo al sistema, que al final no siempre trae felicidad.
El dinero no hace la felicidad, frase trillada que tiene tanta razón como desazón; !si!, nos hace falta para cumplir nuestras metas, es el ticket de cambio de nuestros sueños y proyectos, pero mas allá, te vende felicidad a costa de mucho esfuerzo, mucho tiempo invertido y que al generar tantas expectativas nunca llena realmente la felicidad que tanto se esperaba.
Es este invierno, ese clima, que revive todos los hermosos momentos de mi infancia y los trae para decirme, fuiste feliz, puedes ser feliz, la felicidad son momentos que no se pueden mantener para siempre en la realidad, pero que si los podemos recordar y traer parte de lo que significo ese momento, y convertir una tarde triste en una tarde tranquila.
El tiempo sigue con su curso, y es algo que no se puede detener, yo ahora, en esta laguna de conciencia que me ha regalado el universo, plasmo fielmente el sentimiento que esto genera en mi día, en mi momento.
No quiero esperar, no quiero posponer, poco a poco, nada sera tan grande como para poder alcanzarlo, Dios nos dio mente para usar nuestras manos, y construir escaleras que toquen el cielo.
disfrutare tu cielo de blanca agua, tierra maravillosa, me has regalado un momento que pensé había olvidado. aquí y ahora estoy realmente en mi hogar.
Me he convertido poco a poco en un viajero del viento, en un nómada de lo inestable, en un mercenario sin hogar que lo busca en los escenarios mas inhóspitos del mundo.
Sr. Viveros
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