viernes, 20 de julio de 2012

La salud según las estaciones: El Verano


 
 
"Dice el Sabio: la gente vive para comer y yo como para vivir".
 
Hace 625 años vivió en la ciudad de Granada un médico al que los historiadores de la medicina han otorgado el título de último de los grandes médicos de Occidente. Este hombre, llamado M. b. Abdullah b. al-Jatib (1313-1374), poseía amplios y profundos conocimientos de los que pudo beneficiarse toda la población de Granada cuando fue asolada por la peste en el año 1349. Contribuyó en gran medida a vencer dicha epidemia explicando detalladamente el mecanismo de contagio.
 
Era médico personal del sultán y considerado como "hakim", es decir, maestro y sabio por excelencia, calificativo que la cultura árabe da a las personas que conjugan su dominio de la práctica terapéutica con el de otros campos del saber. El hakim constituye, dentro de la tradición árabe, una figura similar a la del nuevo hombre multidisciplinar del Renacimiento que, por estas fechas, aún está por aparecer en el ámbito europeo.
 
Gracias a su formación sociológica y filosófica Ibn al-Jatib mantiene una visión compleja del ser humano que le permite situarlo en esas dimensiones sin dejar de atender a sus estrechas conexiones con la naturaleza externa y con su propia condición interna. Él nos dejó en herencia un tratado que sorprende por su modernidad, el "Libro del cuidado de la salud durante las estaciones del año", llamado también "Libro de Higiene", en el que desarrolla de manera sistemática las costumbres y el orden de vida que cada cual debe poner en práctica, conforme a su constitución, para mantener una buena salud o recuperarla si la ha perdido. Es un tratado de medicina preventiva escrito de forma clara y concisa, cuyas directrices avalan las ideas que la medicina integral ha recuperado y puesto de moda hoy en día. Citamos a continuación un párrafo del libro en el que se puede ver su intencionalidad y apreciar su estilo:
 
"Lo he ordenado de la manera más manejable para el lector, con el fin de que pueda disfrutar de las maravillas y secretos de la naturaleza, pueda conocer las fuerzas e influencias de las causas remotas, procure la conservación de la salud según las cuatro estaciones del año y los diferentes tiempos, se deje aconsejar de la sabiduría del Misericordioso y su lectura establezca el régimen del cuerpo que le aconsejará como el criterio de un amigo, para que no necesite de la ayuda del médico."
 
 
 
 
 
 
La obra, que es el prototipo de los manuales de medicina vigentes en esa época, se compone de dos partes complementarias, pero que pueden abordarse de manera independiente. En la primera parte nuestro autor estudia de forma exhaustiva las causas de las estaciones y su naturaleza intrínseca, además de los componentes fisiológicos del cuerpo humano. Por otro lado se detiene con detalle en las cosas que no pertenecen al cuerpo, lo que llama las seis "cosas no naturales" pero que resultan imprescindibles para la vida y cuyo control está, sin embargo, en nuestras manos, es decir cosas que podemos manipular (al menos hasta cierto punto) para condicionar su influjo en nuestro bienestar. Tales cosas externas y necesarias son: el aire, el alimento, la evacuación, el sueño y la vigilia, el movimiento y el reposo y el movimiento anímico.
 
La segunda parte es de carácter práctico y en ella se indica el régimen más apropiado para cada una de las estaciones, atendiendo a la complexión individual. La dietética, es decir la sabia disposición de todos los factores que acabamos de enumerar, constituye el fundamento de la prevención de la salud y la base del tratamiento -o todo el tratamiento- cuando la salud se ha alterado.
 
De entre las seis "cosas no naturales" Ibn al-Jatib hace hincapié especial en dos de ellas, construyendo con ambas un eje central sobre el que se articula su concepción: el alimento y el movimiento.
 
Una observación detallada le lleva a concluir que los pájaros y las fieras enferman raramente y que ello se debe a la combinación de estos dos factores:
 
1. No comen en exceso.
 
2. Se mueven mucho en su hábitat natural.
 
Aquí tenemos unos criterios sencillos y de validez universal a los que conviene acomodar nuestra conducta si queremos preservar la salud.
 
 
 
 
 
El hombre, al igual que los animales, se alimenta y transforma lo que come en energía para desarrollarse y actuar. Es obvio que el alimento es una necesidad cuya función consiste en sustituir las partes del cuerpo que se desintegran y disuelven a consecuencia de su actividad, de donde se infiere que el alimento idóneo para compensar la pérdida de lo que se ha disuelto debe ser afín a la propia naturaleza del cuerpo.
 
Las especies animales están dotadas de un instinto que les permite distinguir mediante la vista y el olfato, los alimentos que les son beneficiosos o dañinos. El ser humano carece de este instinto, pero posee un intelecto y una capacidad de observación y reflexión que le sirve para aprender a seleccionar lo que le es favorable y desechar lo que le resulta perjudicial, de tal modo que puede moler, cocinar y hacer múltiples preparaciones para que el alimento le beneficie al máximo. Para lograr este fin ha de nutrirse con carnes, féculas, semillas, frutas y hortalizas, sustancias todas ellas que mejor se asimilan a su naturaleza e impulsar una digestión óptima comiendo en calma, en las horas frescas del día, cuidando de que la masticación sea perfecta y de que los alimentos húmedos y laxantes entren en el cuerpo en primer lugar.
 
No obstante, tras cada digestión y evacuación queda un pequeño resto que se va acumulando, ciertas secreciones que quedan adheridas a las células y para cuya eliminación es necesario el ejercicio físico. Gracias al calor que el ejercicio genera se disuelven tales acúmulos y el movimiento que lo acompaña facilita la expulsión de las substancias ya disueltas. En consecuencia, nada mejor que el ejercicio físico para limpiar el organismo.
 
Enérgico o suave, poco o mucho, cada persona ha de encontrar la cantidad y el tipo de movimiento que conviene a su constitución. En cualquier caso, el andar de forma moderada es el ejercicio más excelente y fácil y no perjudica a nadie. Montar a caballo también es bueno, si alguien puede hacerlo. No olvidemos que si un órgano hace mucho movimiento se fortalece y que al caminar es el cuerpo entero el que participa por igual, de modo que esa actividad beneficia simultáneamente a los distintos miembros y órganos. Si se hace antes de dormir preserva la salud y ayuda a conciliar el sueño.
 
Puesto que estamos en el umbral del verano nos parece oportuno resumir las consideraciones que para esta estación establece el gran médico hispano-árabe.
 
 
 
 
 
Aire
 
Lo primero a tener en cuenta es que el aire que respiramos rodea a nuestro cuerpo y es para él como el agua para los peces. Por lo tanto, debe ser lo más puro y suave posible, sin vapores y en continuo movimiento. Los lugares estrechos situados cerca de pantanos, malezas o zonas de desperdicio son nocivos.
 
Como la estación veraniega es seca y cálida se debe procurar refrescar y humedecer el ambiente y el cuerpo para contrarrestar su efecto. Para conseguirlo hay que elegir lugares frescos y viviendas orientadas hacia donde sople el aire frío. Rociar las casas con agua y procurar que reine la penumbra para descansar.
 
El baño es sin duda la manera más eficaz de refrescarse y será más frecuente cuanto más intensa sea la estación, lo que hace muy recomendable nadar en estanques o en el mar, así como dar paseos suaves junto a los ríos o albercas.
 
El baño proporciona al cuerpo alegría y goce, por eso muchas personas cantan cuando se bañan.
 
Si los baños se toman en ayunas, adelgazan. Después de las comidas, engordan.
 
Los trajes más apropiados son los de algodón, lino, seda y otros géneros delgados.
 
 
 
 
 
Comida
 
Siempre se aconseja reducir la cantidad de alimentos porque en el verano se enfría el interior del cuerpo en contraste con el exterior y la digestión se hace más difícil.
 
Por otra parte, se puede refrescar la comida tomando sólo platos de verduras propias de la temporada y sustituyendo las carnes por pescados frescos a los que se acompañará con yogur, cuajada o queso tierno. Si se toma carne mejor que sea ligera, de pollo o cordero joven, con pocas especias.
 
Las especias son estupendos alimentos medicinales, pero el exceso de calidez no las hace aconsejables para esta época.
 
Es preferible la fruta que refresca como peras, ciruelas, pepinos, manzanas, melocotones, albaricoques, sandías y melones, pero siempre cuidando de no excederse.
 
Conviene aumentar el consumo de agrios como el limón, los vinagres y la fruta verde. Si el estómago se inflama por haber tomado demasiado alimento ligero, se puede corregir esta condición tomando sopas o platos elaborados con masas.
 
Se tomarán pocos dulces y simples, de miel y almendras.
 
El pan es un alimento excelente si está hecho de trigo de calidad, sin impurezas y bien cocido.
Las gachas de leche en pequeña cantidad son también recomendables.
 
 
 
 
Bebida
 
Tomar agua fresca en cantidad moderada antes de comer.
Como jarabes aromáticos se recomiendan el mosto o zumo de uva sin fermentar, oximiel puro mezclado con agua caliente, zumo de limón con miel o azúcar y granada amarga.
Nada se puede comparar al jugo de sandía con oximiel que es la mejor de las bebidas.
El oximiel es una composición que se prepara cociendo brevemente dos partes de miel y una de vinagre, si es posible de manzana.
Si se precisa un laxante tomar jarabe de ciruelas.
 
 
 
 
Aromas
 
Son adecuados todos los perfumes equilibrados que contienen sustancias refrescantes o esencias de flores como rosas, violetas y flores de mirto. El agua de rosas es excelente.
 
 
Ejercicio
 
En esta estación hay que rebajar la cantidad de deporte o ejercicio físico y procurar hacerlo en los momentos mejores que son las primeras horas de la mañana y las últimas de la tarde. Ya hemos mencionado nadar y pasear como lo más apropiado.
 
 
 
 
 
Otras actividades
 
El coito se incluye dentro del apartado de la evacuación y se hace una relación de sus efectos saludables que son: dar vitalidad al espíritu, calmar la cólera, aligerar la pesadez de cabeza, restablecer el pensamiento que el exceso de vapores ha alterado y sosegar la pasión oculta.
 
Por el contrario, no se aconseja efectuarlo cuando se está triste así como cuando el cuerpo está muy debilitado o convaleciente de alguna enfermedad.
 
Durante el verano se recomienda practicar el coito en momentos tranquilos y equilibrados, con los humores en calma, así como dormir algo más de lo habitual.
 
En cuanto a tertulias y conversaciones se deben evitar aquellas que alteran demasiado el ánimo y provocan desorden interno porque dan lugar a un aumento exagerado del calor. En cambio los temas literarios o de viajes y las charlas intranscendentes refrescan y relajan.
 
Las melodías graves, el batir de palmas, el murmullo del agua y de los árboles constituyen la mejor música.
 
Además de estas normas generales cada individuo ha de tener en cuenta su complexión interna, saber reconocer la forma de ser propia de su organismo y acostumbrarse a respetar sus peculiaridades, ya que ni el verano ni ningún otro factor ejerce una influencia idéntica sobre todas las personas, siempre se presentan variantes particulares que es necesario tener en consideración. A este respecto recuerda Ibn al-Jatib que el hábito llega a constituir en nosotros una segunda naturaleza.
 
Estas consideraciones dietéticas van encaminadas a promover el máximo bienestar y armonía de la persona y confiamos en que sean claras y útiles para lograr tal propósito de perfeccionamiento.
 
 

 
Bibliografía
 
IBN AL-JATIB, Libro del cuidado de la salud durante las estaciones del año o "Libro de Higiene". Edición, estudio y traducción de María de la Concepción Vázquez de Benito. Universidad de Salamanca 1984.
LAIN ENTRALGO P., Historia de la Medicina, Barcelona 1978.
Este texto fue firmado por Sabora Uribe como Umm Hanif
 
 
 
Fuente:
 

domingo, 15 de julio de 2012

Irisina, la hormona de la actividad física



Científicos de Harvard descubren una sustancia clave en los efectos saludables del deporte y buscan un fármaco que imite su actividad | Empleada como fármaco, podría mejorar el tratamiento de la diabetes y la obesidad 

 

Irisina, la hormona de la actividad física


Una hormona recién descubierta que se segrega al practicar actividad física ayuda a quemar calorías con eficiencia incluso cuando ya se ha acabado de hacer ejercicio. La hormona aclara por qué la actividad física mejora la salud de personas con diabetes u obesidad y, administrada como fármaco, podría mejorar el tratamiento de estos pacientes. Los investigadores que la han descubierto, de la Escuela de Medicina de Harvard (EE.UU.), han creado una compañía que desarrollará un fármaco a partir de la hormona.
El equipo de Harvard había demostrado en una investigación anterior que, cuando se practica actividad física, las células musculares producen una proteína llamada PGC1-alfa. Esta proteína tiene varios efectos positivos en los propios músculos. 

Sin embargo, hacer ejercicio no sólo es saludable para los músculos, sino para todo el organismo. Faltaba descubrir cuáles son los mecanismos por los que la actividad física mejora el metabolismo más allá de los músculos.

"Había la sensación, en este campo científico, de que el ejercicio habla a varios tejidos del cuerpo. La pregunta era ¿cómo?", ha declarado Bruce Spiegelman, director de la investigación, en un comunicado difundido por la Escuela de Medicina de Harvard.

En una elegante serie de experimentos presentados ayer en la revista Nature, el equipo de Spiegelman ha demostrado que, a partir de la proteína PGC1-alfa, se segrega una hormona hasta ahora desconocida. Esta hormona llega a través de la sangre a las células de grasa blanca (o grasa mala, ya que su exceso es perjudicial para la salud) y ayuda a que se conviertan en grasa parda (o grasa buena, ya que es beneficiosa).

Tan llamativo es el efecto de esta hormona que sus descubridores la han llamado irisina, en referencia a la diosa griega Iris, la mensajera de los dioses. La irisina se presenta así como la hormona que transporta un mensaje de salud desde los músculos hasta la grasa.

En experimentos realizados con ratones, los investigadores de Harvard han comprobado que la actividad física eleva el nivel de irisina en el organismo.
 Han observado asimismo que, cuando se inyecta irisina en ratones obesos, su metabolismo se vuelve más eficiente, de modo que queman más calorías incluso si siguen comiendo tanto y moviéndose tan poco como antes; por lo tanto, la irisina podría ser eficaz para el tratamiento de la obesidad. Igualmente importante, los ratones a los que se inyectó irisina mejoraron el control de su nivel de azúcar en la sangre; por lo tanto, la irisina podría resultar eficaz también para el tratamiento de la diabetes.

Estos resultados "abren un panorama muy interesante y esperanzador", señaló ayer Anna Nuvials, directora del laboratorio de diabetes y obesidad del instituto de investigación Idibaps del hospital Clínic. "Nos hemos quedado sin medicamentos para ayudar a perder peso a estos pacientes y todos estamos esperando algo nuevo". Pero Nuvials advirtió que hay que esperar a ver cómo avanza la investigación para saber si la irisina puede llegar a convertirse en un fármaco útil para las personas.

Por ahora, los investigadores de Harvard han observado que las personas físicamente activas tienen niveles más altos de irisina que las sedentarias. Y que "la irisina de ratón y la humana son idénticas al 100%", según escriben en Nature. Pero falta comprobar si los beneficios observados en ratones se repiten en personas y si la hormona, administrada como fármaco, tiene efectos secundarios aceptables.

La compañía farmacéutica Ember Therapeutics, fundada por el propio Bruce Spiegelman, ha iniciado el desarrollo de un fármaco basado en la irisina. Según los cálculos del investigador, los ensayos clínicos en personas podrían iniciarse en un plazo de dos años.

En próximos experimentos, Spiegelman tiene previsto estudiar también qué tipos de actividad física producen un aumento más pronunciado de irisina en personas sanas.


Fuente:

Dar el Pecho Reduce el Riesgo Futuro de Obesidad de la Madre


Los efectos beneficiosos para la mujer se pueden extender "incluso 30 años después de haber dado a luz"


Dar el pecho reduce el riesgo futuro de obesidad de la madre
Portada de la revista Time del 21 de mayo de 2012, dedicado a la lactancia materna TIME
MÁS INFORMACIÓN
 
 
Madrid. (EP).- Un estudio del Cancer Research UK y el Consejo de Investigación Médica (MRC, en sus siglas en inglés) del Reino Unido han presentado un estudio que ha demostrado que amamantar a los hijos puede ser beneficioso para las madres de cara evitar la obesidad años más tarde, incluso cuando se llega a la menopausia, según los resultados que publica en su último número la revista International Journal of Obesity

Investigaciones previas ya habían demostrado que las mujeres que amamantan a sus hijos tienen menos riesgo de desarrollar cáncer de mama y ovario, así como diabetes tipo 2.
Asimismo, también se sabía que la lactancia podía ayudar a las mujeres a perder el peso que muchas acumulan durante el embarazo. Sin embargo, este estudio ha demostrado por primera vez que los efectos beneficiosos para la mujer se pueden extender "incluso 30 años después de haber dado a luz", según ha explicado a la BBC la profesora Kirsty Bobrow, autora del estudio. Para la investigación se utilizaron los datos del llamado 'Estudio del Millón de Mujeres', que desde hace varias décadas permite conocer los factores reproductivos y de estilo de vida que afectan a la salud de la mujer.

En este caso se tuvieron en cuenta los datos de altura, peso, historia reproductiva y otros factores relevantes de más de 740.000 mujeres. De este modo, observaron que las participantes tenían en promedio 57,5 años de edad y un IMC de 26,2, que se puede considerar como sobrepeso. Además, la mayoría de las mujeres (88%) habían tenido por lo menos un hijo y, de éstas, un 70 por ciento habían amamantando a sus pequeños durante una media de 7,7 meses.

Aunque el estudio mostró que en las mujeres premenopáusicas cuantos más hijos tenían mayor era su índice de masa corporal (IMC), esta relación era "significativamente menor" entre las mujeres que habían amamantando a sus hijos. De hecho, ha explicado Bobrow, por cada seis meses de lactancia el IMC de la mujer era un 1 por ciento menor, una reducción que puede parecer pequeña pero que "tiene un impacto importante en la salud".

La profesora Valerie Beral, directora de la Unidad de Epidemiología de Cáncer de la Universidad de Oxford y una de las autoras del estudio, explica que si esta cifra de 1 por ciento se traslada a la población del Reino Unido "podría significar 10.000 muertes prematuras menos cada década". Esto se debe principalmente a la reducción de las enfermedades vinculadas a la obesidad, como diabetes, las enfermedades del corazón y algunos tipos de cáncer. "Ya sabemos que amamantar es la mejor alternativa para los bebés", añade Bobrow, que celebra que este estudio "apoya la evidencia creciente de que los beneficios se extienden también a la madre, incluso 30 años después de haber dado a luz".

Fuente:
http://www.lavanguardia.com 


Cada Órgano Dañado Responde a un Sentimiento


Emociones

Las enfermedades son una tentativa de autocuración, una reacción biológica de supervivencia frente a un acontecimiento emocionalmente incontrolable, de manera que cualquier órgano dañado corresponde a un sentimiento preciso y tiene una relación directa con las emociones y los pensamientos. Junto al doctor Philippe Levy, Flèche creó nuevos protocolos para organizar un método de diagnóstico original emocional y una nueva forma de terapia breve que busca en las emociones el origen y la solución a las enfermedades. Tiene publicados 17 libros sobre la descodificación biológica, cuatro de ellos traducidos al español. El cuerpo como herramienta de curación (Obelisco) ha vendido tres ediciones.

El cuerpo es nuestra herramienta de curación?
 
Yo era enfermero en un hospital de Normandía y observe que pacientes con la misma enfermedad, tratamiento y doctor evolucionaban de manera muy diferente.

Bueno, cada uno es cada cual...
 
Exacto, mi hipótesis es que las enfermedades son una metáfora de las necesidades físicas y emocionales de nuestro cuerpo. Cuando no hay una solución exterior a esa necesidad, hay una solución interior.

¿Eso es para usted la enfermedad?
 
Sí, una solución de adaptación. Cada órgano del cuerpo quiere satisfacer su propia función, es decir, atrapar oxígeno, alimentos... Si el cuerpo quiere comer, pero en el exterior hay guerra y no lo consigue en un plazo razonable, se produce un shock.

¿Nace el conflicto?
 
Sí, el inconsciente inventa una vía suplementaria de supervivencia: un síntoma, que es una solución o una tentativa de solución inconsciente e involuntaria a ese shock vivido. En ese caso, el miedo a morir de inanición atacaría el hígado.

Póngame otro ejemplo.
 
Una persona que siempre tiene prisa puede desarrollar un nódulo en el tiroides, que envía más tiroxina y aumenta el metabolismo del cuerpo, eso la hará más rápida.

Pero tener prisa es psicológico.
 
Todo lo que captamos a través de los cinco sentidos, de los captadores neurovegetativos que vienen del interior del cuerpo, lo que pensamos o imaginamos, se traduce en realidad biológica.

¿Y provoca un síntoma?
 
Si no hay una solución concreta y consciente, sí. De manera que si escuchamos algo muy desagradable que nos afecta podemos tener acidez de estómago. Y hay algo muy importante que tener en cuenta.

Dígame.
 
El cerebro no distingue entre lo real o lo imaginario. Un trozo de limón en la boca o la idea de un trozo de limón en la boca provocan la misma salivación. En función del sentimiento particular, el shock afecta a una zona precisa del cerebro, visible por el escáner, a un órgano y a una realidad energética.

¿Realidad energética?
 
Somos una unidad compuesta de cuatro realidades inseparables: orgánica, cerebral, psíquica y energética. No hay ni una sola célula del cuerpo que escape al control del cerebro, y este no escapa al control del pensamiento, consciente o inconsciente; de manera que ni una célula del cuerpo escapa al psiquismo. Un shock siempre va acompañado de un sentimiento personal que repercute en los cuatro niveles biológicos.

¿Y es irreversible?
 
Cuando encontramos la solución esos cuatro niveles sanan simultáneamente. Una paciente tenía dolor en el hombro. "¿Desde cuándo?", le pregunté. "La primera vez estaba sola con mis hijos" "Si estas con tus hijos, no estás sola, ¿quién falta?" "Mi marido que nunca está, yo necesito estar arropada". Cuando lo reconoció, el dolor desapareció.

A lo largo de un día no satisfacemos todas nuestras necesidades fundamentales.
 
Cuando no las satisfacemos, nace una emoción. Si esa emoción se libera en el exterior bajo una forma artística, a través de la palabra, el baile o los sueños... todo va bien. Cuando el acontecimiento no está expresado, queda impreso y el cuerpo será el último teatro de ese evento.

¿Todo conflicto provoca enfermedad?
 
No, es necesario que sea dramático, imprevisto, vivido en soledad y sin solución. Cuando se dan estos cuatro criterios, el trauma se manifestará a través de la biología.

¿Distintas emociones corresponden a distintos órganos del cuerpo?
 
Sí, todo lo que tiene que ver con la epidermis responde a conflictos de separación; el esqueleto, a una desvalorización; la vejiga corresponde a conflictos de territorio. Para las mujeres diestras, problemas en el seno y hombro izquierdos corresponden a problemas con los hijos y viceversa para las zurdas; los desajustes en el seno y hombro derechos corresponden para las diestras a problemas con la pareja y viceversa.

¿Estómago e intestino?
 
No tener lo que se quiere y no poder digerir lo que se tiene corresponde al duodeno y estómago. El colon corresponde a un conflicto asqueroso, podrido. En el recto están los problemas de identidad: "No me respetan y me dejan de lado". Los riñones es la pérdida de puntos de referencia. Los huesos: grave conflicto de desvalorización...

¿Lo adecuado para estar sano?
 
Revalorizar las emociones, ser consciente de las emociones y expresarlas, es decir: bailar más a menudo. La gente está mucho tiempo en lo emocional pero son emociones procuradas: fútbol, cine... Un malestar compartido disminuye a la mitad, continúa compartiéndolo y acabará desapareciendo. Una felicidad compartida se multiplica por dos.

La ira y la violencia se expresan a sus anchas.
 
Un hombre tiene miedo, el miedo produce rabia, y la descarga enfadándose con su mujer. Cuando estamos en contacto con la emoción auténtica, se transforma; cuando lo estamos con la emoción de superficie, no hay cambio. Si el hombre se dice: "Lo que tengo es miedo", su miedo disminuye a la mitad. Hay que tomar conciencia de uno mismo.

Agradecimientos a Jorge Peña
 
Fuente:
 

Las plantas Podrían comunicarse por Sonidos

La plantas inclinan sus raíces al escuchar los sonidos grabados por los científicos
Por Louis Makiello - La Gran Época
Jue, 12 Jul 2012 12:11

 Los científicos estudiando las plantas de maíz encontraron que hacen ruidos con

Los científicos estudiando las plantas de maíz encontraron que hacen ruidos con sus raíces y las giran hacia sonidos similares. (Selahattin BAYRAM/Photos.com)

Algunas plantas podrían comunicarse produciendo sonidos como clics con sus raíces, según una investigación internacional.

Usando un micro escaneo laser-Doppler-vibrometer (instrumento que mide vibraciones), los científicos grabaron los sonidos de clics de las raíces de plantas jóvenes de maíz. Cuando los investigadores transmitieron sonidos similares, las plantas inclinaron sus raíces hacia el sonido de la grabación.  
“Todos saben que las plantas reaccionan a la luz y los científicos también saben que las plantas usan químicos volátiles para comunicarse entre ellas, por ejemplo, cuando hay peligro de un herbívoro”, dijo una de las autoras del estudio, Mónica Gagliano, de la Universidad Western Australia, en un comunicado de prensa.

“Una vez estaba trabajando en mi jardín y me pregunté si las plantas eran sensitivas a los sonidos, ¿por qué no? Entonces decidí investigarlo.”

Se sabe que muchas plantas responden al sonido. Por ejemplo las vibraciones causan que las plantas cierren las hojas, y las flores como las de los arándanos y tomates sólo liberan el polen en presencia de la frecuencia de ultrasonido que las abejas hacen con sus alas.
Los investigadores creen que las plantas podrían tener oídos, aunque muy diferentes a los nuestros. Ellos creen que el sonido es una manera mucho más simple de comunicación que la liberación de químicos en el aire.

“Los tímpanos y las estructuras cocleares son sólo una posibilidad, ciertamente sofisticada, pero de ninguna manera constituye un requisito esencial para la audición”, escriben en su artículo, haciendo mención también a los órganos ultra-sensitivos de Johnston en las bases de las antenas de los mosquitos y las moscas de las frutas. Ellos también dicen que las víboras usan sus huesos de mandíbulas como elementos de acoplamiento para detectar vibraciones transmitidas por la tierra.
El sonido también cuesta menos energía que el producir químicos, dijeron.

¿Entonces de que hablan las plantas? Ellas pueden hablar de muchas cosas, dicen los investigadores, incluyendo cómo compartir espacio propicio para crecer y dónde expandir sus raíces.

“El sonido puede en realidad ofrecer una forma efectiva de comunicación para la señalización de corto alcance, posiblemente implicados en la modulación del comportamiento del enjambre de raíces”, escribieron los científicos.

“Para la señalación de largo alcance hay otras funciones relacionadas a la constatación de recursos propios y/o externos de la competencia específica, o de la cooperación y orientación del crecimiento y coordinación del substrato de lo que puede ser visto.”

Desde la década del 1960, los científicos han sospechado que hay mucho más acerca de las plantas que no se sabe. Muchos investigadores, tales como Cleve Backster, han encontrado por medio de pruebas de polígrafo que las plantas tienen emociones así como las de los humanos. Otros investigadores dicen que las plantas pueden leer la mente de las personas.

En enero, un equipo de la Universidad de Oxford afirmó que el pasto y las plantas de guisante, sabían cuando las plantas en la cercanía sufrían sequía. Aunque estas plantas tenían agua, cerraron los poros en sus hojas cuando sus vecinos no tenían agua. Después de unas horas, cuando se dieron cuenta que no estaban en peligro abrieron sus poros de nuevo.

Gagliano y sus colegas han pedido por más investigación para averiguar exactamente como las plantas oyen. Su estudio fue publicado en Trends in Plant Science.

Puede leer el estudio original en Inglés aquí



Fuente:
www.lagranepoca.com

sábado, 7 de julio de 2012

Cambiar el Mundo 12ª Parte: "Nacimiento - El Primer Amanecer de la Vida"...

Fueron 9 meses, llenos de ilusiones y yo desde afuera, te esperaba ansioso y muy nervioso porque estuvieras bien, como loco preparé todo para cuando estuvieras con nosotros porque el amor que poco a poco crecía dentro de mí, no podía tener más cabida en mi cuerpo.

Llegado el día, naciste y casi te tragaste todo el aire de la tierra con tu primera inhalación, tu pequeña boquita se abrió y gritaste tan fuerte como un cantante de Ópera, y fue ahí, cuando mis lágrimas comenzaron a salinizar mi boca. No podía contener el llanto por tal emoción de verte ahí, llorando y descubriendo el nuevo mundo en el cual estabas.

Tu madre y yo, estabamos muy felices, no sabes cuanto, y al verte tomar tu primer pecho, ver como esa boquita pequeñita trataba de succionar la leche materna de los senos de tu madre, me demostraron lo aferrado que te encuentras hoy a la vida.

 Hijo mío, estoy muy emocionado porque ahora estás entre nosotros, y no sabes cómo añoro, como ansío el poder tenerte entre mis brazos siempre, y mostrarte este mundo, enseñarte a vivir y a entender que este mundo es un gran salón de clases.

 Hijo, tu alma nos escogió como tus padres, para enseñarte eso que no has aprendido, y tú para enseñarnos eso que no hemos aún aprendido.

Hijo, te prometo, Amarte hasta el último de mis alientos, protegerte y dejarte vivir las experiencias que has venido a buscar a esta vida, te prometo que tu pasar no será en vano mi hijo amado, y que el día menos pensado, ya serás un hombre/Mujer tan responsable y con tanto amor por la vida como yo.

Mi hijo añorado, "Lloro" por la emoción de tan solo tener esta oportunidad de ser padre, de ser YO TU PADRE, Hijo, me lleno de emoción por ti, por verte siempre sonriendo y feliz.

Hijo, recuerda a tu padre cuando haya partido, porque este mundo, "TE LO ENTREGO PARA QUE LO MEJORES" llenando de amor a todas las personas que lo necesitan.

Esta es una vida muy dura, la gente cambia amor por dinero, creen que es su DIOS, si no lo tienes no vives, por lo mismo, hay que adaptarse para vivir, pero hasta el último de mis días, te demostraré que no todo es a cambio de algo, si no mas bien el dar sin esperarlo, es el verdadero amor.


Hijo, con estas palabras te doy la Bienvenida al mundo, la bienvenida a este pasar de aprendizaje en el cual me encargaré encarecidamente de mostrarte.

Te amo.

Sr. Viveros.