Un enorme robot japonés dispara cuando su conductor sonríe
El gigantesco Kuratas puede ser manipulado mediante los controles de cabina, el smartphone y comandos de voz
Parecen peligrosos, peros sus creadores los consideran una obra de arte. El artista japonés Kogoro Kurata y el investigador en robótica Wataru Yoshizaki desarrollaron un tipo de robot denominados Kuratas, unas moles metálicas de 4 metros de alto provistas de ‘armas’ de juguete y alta tecnología.
Los ‘Goliats’ de la robótica fueron presentados en Wonder Fest 2012 por Heavy Industries Suidobashi, una compañía que la sacará al mercado por nada menos que 1,3 millones de dólares.
El ‘armamento’ con el que cuenta está conformado por un cañón de bolitas de plástico, un lanzador de fuegos artificiales o pistolas de agua. Es decir, mecanismos no letales para las personas, aunque siempre se recomendará precaución a los que pretendan desembolsar más de un millón por el megajuguete.
Se desplaza sobre cuatro ruedas colocadas en cada una de sus patas y alcanza una velocidad máxima de 10 kilómetros por hora, según informa Live Science.
Los robots Kurata pueden ser manipulados directamente desde los controles de su cabina con ayuda de un piloto, pero también a través de los smartphones gracias a un software y una aplicación específicos. También se le puede dar órdenes con comandos de movimiento, mediante un mecanismo similar al Kinect.
Finalmente, cuenta con un sistema de reconocimiento facial, toda vez que es posible indicar al robot que dispare su “artillería” acuática o plástica cuando el piloto sonríe desde el interior de la cabina.
Los ‘Goliats’ de la robótica fueron presentados en Wonder Fest 2012 por Heavy Industries Suidobashi, una compañía que la sacará al mercado por nada menos que 1,3 millones de dólares.
El ‘armamento’ con el que cuenta está conformado por un cañón de bolitas de plástico, un lanzador de fuegos artificiales o pistolas de agua. Es decir, mecanismos no letales para las personas, aunque siempre se recomendará precaución a los que pretendan desembolsar más de un millón por el megajuguete.
Se desplaza sobre cuatro ruedas colocadas en cada una de sus patas y alcanza una velocidad máxima de 10 kilómetros por hora, según informa Live Science.
Los robots Kurata pueden ser manipulados directamente desde los controles de su cabina con ayuda de un piloto, pero también a través de los smartphones gracias a un software y una aplicación específicos. También se le puede dar órdenes con comandos de movimiento, mediante un mecanismo similar al Kinect.
Finalmente, cuenta con un sistema de reconocimiento facial, toda vez que es posible indicar al robot que dispare su “artillería” acuática o plástica cuando el piloto sonríe desde el interior de la cabina.
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