viernes, 3 de febrero de 2012

Las vacunas son peligrosas y nunca deberían ser inyectadas en nadie por ninguna razón

Declaración de Dra. Suzanne Humphries
traducido por Andrea Santander

 
 Conocimientos

Soy médico con acreditaciones en medicina interna y nefrología (riñones). Recibí mi grado en Física Teórica en 1.987 en la universidad Rutgers. Menciono el grado en caso que algún lector cuestione mis proezas mentales, pero sé cómo resolver cosas difíciles. Sé cómo mirar algo a cierta profundidad por varias horas o días hasta que comprendo el funcionamiento interno de ellas. Eso es lo que aprendí en la universidad. De hecho, el extenuante ejercicio de flexibilizar la mente que era parte del currículo de Física hizo que la escuela de medicina me resultara fácil. Encontré que el estudio del cuerpo humano, química y biología, eran una comparación bastante superficial, simple y fácil de comprender.

También pasé 2 años trabajando en un laboratorio de bioquímica como jefe técnica. Ahí aprendí muchas cosas que para entonces no creí me podrían servir para mi vida y mi experiencia en laboratorio ciertamente me sirvió. Encuentro que el conocimiento de los aspectos técnicos de estudios animales y en cultivos de células son muy buenas cosas que comprender, en estos días de debates de vacunas,  donde es necesaria la prueba científica y la evidencia de daño.
Pasé 4 años enseñando medicina interna y nefrología a estudiantes médicos, residentes y compañeros avanzados en entrenamiento en el Hospital de la Universidad como asistente de Profesor. Durante ese tiempo, leer y criticar docenas de artículos de revistas era parte de mi vida diaria. Basta decir que mis experiencias pasadas me capacitaron para revisar el problema de las vacunas y para hacer ciertas determinaciones. Como la mayoría de los médicos, llevé a cuestas una creencia ciega por muchos años con respecto a que las vacunas eran necesarias, seguras y efectivas. Como la mayoría de los médicos nunca levanté una página para buscar alguna otra verdad por mí misma. Pero a diferencia de la mayoría de los médicos, no tenía interés en mantener falsos paradigmas y ya no estoy más en deuda con el gobiernos por cientos de miles de dólares. A diferencia de la mayoría de los médicos, tengo los medios para sobrevivir con o sin mi licencia médica porque tengo otra carrera que me sustente en caso de un mal escenario. No tengo miedo de hablar la verdad completa mientras se sienta en páginas frente a mí. Miles de páginas de cientos de horas me han llevado a ver la horrorosa verdad de lo que está siendo hecho a personas y animales en todo el mundo bajo la falsa simulación de “salud”.



La Cruda verdad

Tengo una mente sana, sin drogas farmacéuticas, no llevo diagnósticos médicos y estoy inusualmente en forma para mis 47 años. Soy felíz y no tengo rencor contra nadie en particular. Hasta hace 2 años atrás estaba contenta al trabajar como doctora cuidando a la gente enferma con fallas a los riñones. Hace 2 años atrás, todo cambió. Con varios casos innegables de daños a riñones asociados a vacunas en gente sana, empecé a buscar más profundamente en la información que había mantenido anteriormente como hechos y no merecedora de debate. Comencé a estudiar las vacunas, sus componentes y la ciencia detrás de las afirmaciones de seguridad y efectividad. A partir de ahí, una avalancha de verdad me colapsó y ya no volveré a ser la misma. Nada volverá a ser lo mismo. Enfermedades crónicas degenerativas, fallas de riñones, enfermedades autoinmunes y autoridades con poder nunca se verán igual para mí de nuevo. Existen ciertas cosas que ahora puedo decir con total certeza:
  • Las vacunas no salvaron a la humanidad y nunca lo harán.


  • Nunca ha sido probada la seguridad de las vacunas excepto quizás por parámetros de muerte inmediata o algunos efectos adversos específicos dentro de hasta 4 semanas.


  • La viruela no fue erradicada por las vacunas como muchos médicos dicen en seguida. Ellos dicen eso a partir del condicionamiento en vez de hacerlo por comprensión de la historia o la ciencia.


  • El virus de la polio no fue responsable por la parálisis en la primera parte del siglo 20. La investigación de la vacuna de la polio, desarrollo, prueba y distribución ha cometido atrocidades sobre primates y sobre la humanidad. Bill Gates no es un humanitario.


  • Las vacunas son peligrosas y nunca deberían ser inyectadas en nadie por ninguna razón. Ellas no son la respuesta a enfermedades infecciosas. Existen muchas más soluciones sustentables y benévolas en vez de las vacunas.


  • Las autoridades médicas no deberían tener la última palabra sobre cómo los médicos traten a pacientes individuales en la privacidad de sus propias oficinas y no deberían estar habilitados para ordenar inyecciones dentro de nuestros pacientes de hospitales privados.

La lista sigue, pero con esta introducción yo desafío a los practicantes de cuidados de salud que busquen dentro del tópico de las vacunas con una mente abierta, por sí mismos. Yo les imploro que lean libros y fuentes alternativas de literatura. Les pido que comprendan que el proceso de revisión de pares ha censurado la duda inteligente sobre la seguridad de las vacunas y la ha llevado a la prensa alternativa. Ruego que todos los practicantes de cuidados de la salud pongan sus egos a un lado y que se preparen para lo que ocurrirá cuando la verdad sea visible. Ustedes podrían no desear regresar al trabajo. Podrían no ser capaces de seguir recomendaciones que son entregadas a ustedes cada vez con mano más pesada. Lo pido por el bien de la humanidad. Con cada momento que pasa más y más dinero y poder es entregado a los que están en los poderes, y el resultado final es un bombardeo de vacunas comenzando a las primeras horas de cada vida que nace de manera convencional. Las inyecciones se apilan y las nuevas enfermedades aparecen en corto tiempo a partir de entonces y más cada día. El grado de enfermedad en tal avanzada sociedad no debería ser aceptado como normal o sólo como del medio ambiente. Por favor, padres y practicantes de la salud, hagan su tarea. Las mentes y cuerpos de las futuras generaciones dependen de ello.







Fuentes:

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